LA EMPATIA
La empatía es la capacidad que tiene una persona de comprender las emociones y los sentimientos de los demás, basada en el reconocimiento del otro como similar, es decir, como un individuo similar con mente propia. Por eso es vital para la vida social. Además consiste en entender a una persona desde su punto de vista en vez del propio, o en experimentar indirectamente los sentimientos y percepciones del otro. La empatía no implica en sí misma motivación de ser una ayuda; sin embargo, puede volverse una base para la solidaridad o angustia personal, lo que podría resultar en una reacción. En psicoterapia, la empatía se puede dar por parte del terapeuta, siendo un camino para comprender tanto al paciente, como sus afectos, sus motivaciones, o sus comportamientos y resultados.
Para medir la empatía y poder realizar estudios en las diferencias individuales de ésta, es necesario una escala confiable y válida. Las escalas utilizadas son según el concepto de “empatía multifacética”, es decir, que la empatía consiste en varios factores separados, pero correlacionados a la vez. Así, se dividió la empatía en dos facetas: la empatía emocional (o afectiva), que se puede definir como la capacidad de poder experimentar los estados emocionales de los demás, y la empatía cognitiva, que es la capacidad de poder conocer el estado mental de los otros, incluyendo la imaginación y poder situarse en la posición de la otra persona.
Por otro lado, algunos estudios realizados, sugirieron un modelo de empatía de tres componentes: además de la empatía afectiva y cognitiva, se encuentra la empatía motora (o somática). Esta última, es la tendencia a copiar y sincronizar de manera automática expresiones faciales, las vocalizaciones, y ciertos movimientos de otra persona". En pocas palabras, sirve como parte del “contagio emocional”. Estos estudios realizados apoyan el modelo de tres factores como el más confiable.
La empatía afectiva podría subdividirse en los niveles siguientes: la “preocupación empática” que es la compasión por otros como reacción a su sufrir. Y la “aflicción propia” que son sensaciones propias de incomodidad y ansiedad como respuesta al sufrimiento ajeno. No hay acuerdo sobre si la aflicción personal es un tipo básico de empatía, o por el contrario, no es empatía. En esta subdivisión puede haber elementos relacionados con el crecimiento/desarrollo. Los niños responden a la tensión de otros poniéndose ellos mismos en tensión; solo a los dos años de edad empiezan a responder de otras formas, finalistas, intentando ayudar, consolar y participar.
La empatía cognitiva puede subdividirse en los grados siguientes: La “asunción de perspectiva” que es la tendencia a adoptar espontáneamente los puntos de vista del otro/a.Y la “fantasía” que es la tendencia o proyectiva a identificarse con personajes imaginarios.
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